Receta de Cheesecake Neoyorquino: Clásico y Cremoso

Si te encanta el cheesecake, seguro te has preguntado cómo hacer un cheesecake neoyorquino que sea clásico y cremoso. Este delicioso postre estadounidense es famoso por su textura suave y rica, que lo hace ideal para cualquier ocasión, desde un cumpleaños hasta un simple antojo en casa. En este artículo, te voy a guiar paso a paso en la receta de cheesecake neoyorquino, para que logres un postre que impresionará a todos tus amigos y familiares.

¿Por qué es tan importante la textura cremosa de este cheesecake? Pues bien, la clave está en la mezcla perfecta de ingredientes y en algunos truquitos durante el horneado. Vamos a ver todos esos detalles para que no se te agriete y quede espectacular.

Los Ingredientes que Vas a Necesitar

Para hacer un cheesecake clásico como las abuelas americanas, vas a necesitar:

  • 250 g de galletas tipo Digestive, trituradas
  • 100 g de mantequilla derretida
  • 900 g de queso crema, a temperatura ambiente
  • 200 g de azúcar
  • 3 huevos
  • 200 ml de crema de leche
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Algunos puntos importantes sobre los ingredientes:

  • Queso crema: Es fundamental usar queso crema de buena calidad. Esto no solo asegura el sabor, sino que también influye en la textura cremosa que todos queremos.
  • Galletas: Podés usar cualquier galleta que te guste, pero las Digestive son las más clásicas. Si querés darle un toque más argentino, hasta podés probar con galletas de chocolate.
  • Mantequilla: Asegúrate de que esté bien derretida para que se mezcle bien con las galletas.

Preparación del Cheesecake Neoyorquino

Ahora que tenés todos los ingredientes listos, vamos a la parte divertida. Aquí tenés el paso a paso:

  1. Precalentá el horno a 175°C.
  2. Mezclá las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Asegurate de que esté todo bien combinado.
  3. Verté la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable, presionando firme para formar una base compacta. Podés usar un vaso para ayudarte a nivelar.
  4. En un bol grande, batí el queso crema hasta que esté suave y sin grumos. Agregá el azúcar y seguí batiendo hasta que se incorpore bien.
  5. Incorporá los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición. ¡No te olvides de raspar los bordes del bol!
  6. Agregá la crema de leche y el extracto de vainilla. Mezclá hasta que todo esté bien integrado.
  7. Verté la mezcla sobre la base de galletas ya enfriada.
  8. Para evitar que el cheesecake se agriete, colocá una bandeja con agua en la parte inferior del horno mientras se hornea. Esto ayuda a mantener la humedad.
  9. Horneá durante 50-60 minutos. Apagá el horno y dejá el cheesecake adentro con la puerta entreabierta por una hora más.
  10. Sacalo del horno, dejalo enfriar a temperatura ambiente y luego llévalo a la heladera por al menos 4 horas antes de servir.

¡Y listo! Ahora tenés un cheesecake neoyorquino esponjoso y cremoso que hará que tus amigos te pidan la receta. Podés acompañarlo con un poco de mermelada de frutos rojos o una salsa de chocolate como para darle el toque final.

Receta de Cheesecake Neoyorquino

Consejos Rápidos para un Cheesecake Perfecto

Algunos tips que te van a ayudar a lograr el cheesecake perfecto:

  • Cuidado al batir: No bata de más una vez que agregaste los huevos, ya que esto puede incorporar aire y hacer que el cheesecake se agriete.
  • Temperatura de los ingredientes: Es mejor que los ingredientes estén a temperatura ambiente para que se integren mejor.
  • Enfriar antes de desmoldar: Asegurate de que esté bien frío antes de sacarlo del molde. Esto evita que se rompa.

Cheesecake Clásico

Si bien no hay una canción específica que te lleve a hornear este cheesecake, siempre se puede poner un buen tema de rock nacional de fondo. Imagínate preparando este postre mientras escuchás a Los Piojos o a Fito Páez, ¡el combo ideal para disfrutar de cada paso del proceso!

Disfrutando tu Cheesecake

Al final del día, hacer un cheesecake neoyorquino no solo es una forma de disfrutar un buen postre, sino también un momento de conexión con la cocina. Espero que te animes a probar esta receta y que cada bocado te recuerde esos momentos compartidos con seres queridos. No hay nada como un cheesecake bien hecho para dulcificar una tarde.

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