Tortas Fritas Esponjosas: El toque perfecto

Las tortas fritas esponjosas son un clásico que nunca pasa de moda. ¿Quién no ha llegado a casa en un día gris y no ha soñado con el aroma de unas tortas fritas recién hechas? Su textura esponjosa y su sabor dulzón las convierten en el complemento perfecto para un buen mate en la tarde. Si estás buscando cómo hacer tortas fritas esponjosas, llegaste al lugar indicado. Aquí te contaremos todo, desde los ingredientes hasta un paso a paso fácil que te hará lucirte con este delicioso manjar.

Ideal para compartir con amigos o simplemente para darte un gusto, las tortas fritas esponjosas son un hit en cualquier reunión familiar. Y lo mejor de todo, son súper fáciles de hacer. Si nunca te atreviste a cocinarlas, ¡animate! Al final de este artículo, vas a tener la confianza y el conocimiento necesario para prepararlas en casa, con esa textura que tanto nos gusta. Así que, sin más preámbulos, ¡manos a la obra!

Ingredientes que vas a necesitar

  • 500 gramos de harina 0000
  • 100 gramos de azúcar
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • 1 huevo
  • 100 gramos de manteca (puede ser mantequilla) a temperatura ambiente
  • 250 ml de leche
  • Una pizca de sal
  • Aceite para freír (cantidad suficiente)
  • Azúcar impalpable para espolvorear (opcional)

La harina 0000 es la ideal para lograr la textura suave y esponjosa. Si tenés alguna duda sobre el polvo de hornear, este ingrediente es esencial para que las tortas suban y se vuelvan bien esponjosas. La manteca, por su parte, le da ese sabor tan característico. Podés reemplazarla por aceite si preferís algo más liviano, pero no tiene el mismo gusto. Y, por supuesto, el azúcar impalpable le da ese toque final perfecto al servirlas.

tortas fritas esponjosas

La preparación, paso a paso

  1. En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la pizca de sal.
  2. Agrega la manteca y empieza a integrarla con las manos o con un tenedor, hasta que la mezcla tenga una textura arenosa.
  3. Incorporá el huevo y la leche, y uní toda la mezcla hasta obtener una masa suave y homogénea. Si ves que queda un poco pegajosa, no dudes en agregar un poco más de harina.
  4. Dejá reposar la masa durante unos 30 minutos tapada con un paño limpio. Este paso es clave para que las tortas estén más esponjosas.
  5. Una vez que la masa reposó, en una mesa enharinada, estirá la masa con un palote hasta que tenga aproximadamente un centímetro de grosor.
  6. Corta la masa en círculos o cuadrados, como más te guste; usá un cortante o un vaso, ¡aquí no hay reglas! De cada bollo, hacé un pequeño corte en el centro para que se cocinen parejo.
  7. Calentá el aceite en una sartén profunda y, cuando esté bien caliente (podés comprobarlo tirando un pedacito de masa y viendo si burbujea), fríe las tortas fritas por ambos lados hasta que estén doradas.
  8. Retiralas y ponelas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Si te gusta, rocialas con azúcar impalpable antes de servir.

Ideas para personalizar tus tortas fritas

Una de las cosas más lindas de cocinar es que podés jugar con los sabores. ¿Querés darle un toque diferente a tus tortas fritas? Proba agregar un poco de esencia de vainilla a la masa o, si te animás, unas chips de chocolate para una versión más dulce y divertida. También podés experimentar con un poco de canela en polvo, ¡confía en mí, el aroma es irresistible!

Y hablando de aromas, no hay nada como poner tu música favorita mientras cocinás. ¿Qué tal un buen rock nacional? Un “De Música Ligera” de Soda Stereo nunca falla para levantar el ánimo y hacer la experiencia más amena.

El momento de disfrutar

Ya tenés todo listo para disfrutar de unas tortas fritas esponjosas que salieron de tu cocina. Ya sea con un mate bien amargo, un café o un té, estas delicias son perfectas para compartir con amigos o en familia. Imaginate una tarde de lluvia, con tus seres queridos, disfrutando de una charla y de ese dulce crujiente en el paladar.

Así que, la próxima vez que busques algo para hacer en la cocina, ya sabés: ¡tortas fritas esponjosas son la respuesta! Siempre van a ser bien recibidas y te prometo que no quedan ni las migas.

Así que a ponerte el delantal, a encender el fuego y a dejar volar tu creatividad en la cocina. ¡Disfrutá cada bocado!

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