Torta Selva Negra: Sabor único

La torta selva negra es uno de esos postres que siempre roba miradas y despierta antojos. Cualquier reunión con amigos, cumpleaños o hasta una tarde de café, se transforma en una celebración al tener una porción de esta delicia en la mesa. Pero, ¿sabías que hacer una torta selva negra casera no es tan complicado como parece? En este artículo, te guiaré a través de una receta fácil y deliciosa. Vas a aprender a prepararla paso a paso y te daré algunos consejos para personalizarla a tu gusto. Así que, ¡agarrá el delantal y vamos a cocinar!

¿Qué hace única a la torta selva negra?

La combinación de chocolate oscuro, cerezas ácidas y crema es simplemente irresistible. La torta selva negra, o “Schwarzwälder Kirschtorte” en su nombre original alemán, tiene sus raíces en la Selva Negra de Alemania. Aunque cada bocado te llevará directo a Alemania, en realidad, este postre se ha adapatado mucho a nuestros paladares argentinos. Además, es perfecto para compartir un buen rato en casa, acompañando el café o el mate.

Ingredientes

  • 280 g de harina
  • 200 g de azúcar
  • 75 g de cacao en polvo
  • 1 taza de leche (o leche vegetal si preferís)
  • 4 huevos
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 150 g de manteca derretida
  • 1 tarro de cerezas en almíbar
  • 500 ml de crema de leche
  • 2 cucharadas de azúcar impalpable (para montar la crema)
  • Chocolate rallado para decorar

Es súper importante usar ingredientes frescos, sobre todo la crema y las cerezas. Si querés darle un toque más casero, podés usar unas cerezas frescas si están de temporada o, si sos fan del DIY, hacer tu propio jarabe de cereza.

torta selva negra

Preparación paso a paso

Ahora que tenés todos los ingredientes, ¡es hora de mancharse las manos! Seguí estos pasos y en un ratito estarás disfrutando de tu propia torta selva negra.

  1. Precalentar el horno: Primero, enciende el horno a 180 °C (en temperatura media). Mientras se precalienta, cosechamos el tiempo para preparar el molde.
  2. Preparar el molde: Engrasá un par de moldes de 20 cm de diámetro y ponles papel manteca en la base. Esto va a ayudar a desmoldar la torta sin complicaciones.
  3. Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, tamizá la harina, el cacao, el polvo de hornear y el bicarbonato. Agregá el azúcar y remové bien con una cuchara.
  4. Agregar los ingredientes húmedos: En otro bol, batí los huevos con la leche y la manteca derretida. Luego, incorporá esta mezcla a los ingredientes secos. Mezclá todo con una espátula hasta que quede homogéneo.
  5. Hornear: Dividí la mezcla en los moldes preparados y horneá durante 30-35 minutos. Podés hacer la prueba del palillo: si sale limpio, ¡está lista!
  6. Dejar enfriar: Sacá los moldes del horno y dejalos enfriar sobre una rejilla. Una vez frías, desmoldá las tortas.
  7. Montar la crema: Mientras las tortas se enfrían, batí la crema de leche con el azúcar impalpable hasta que esté firme. No la dejes batir demasiado, o se te convertirá en manteca.
  8. Armar la torta: Aquí viene lo más divertido. Para cada capa, humedecé bien las tortas con un poco del almíbar de las cerezas. Intercalá capas de crema y cerezas en cada piso, como si jugaras a las torres de bloques.
  9. Decorar: Finalmente, cubrilo todo alrededor con crema y espolvoreá con chocolate rallado. También podés poner algunas cerezas arriba como decoración.

Consejos útiles para una torta selva negra impecable

¿Querés personalizar tu torta selva negra? Dale rienda suelta a tu creatividad. Podés añadir un toque de licor de kirsch en las capas de crema o jugar con diferentes tipos de chocolate. Usar chocolate blanco o leche, por ejemplo, le da un sabor diferente que te va a encantar.

Y si estás en un día de lluvia, te recomiendo poner música mientras horneás. ¿Qué tal una buena playlist de classics del rock? Pone un poco de Rolling Stones de fondo y deja que el ritmo te acompañe mientras armás tu torta. Es como tener un pequeño mini-concierto en casa mientras disfrutás de la experiencia de hornear.

El resultado final: Un abrazo de sabor

Cuando termines, vas a tener frente a vos una torta selva negra digna de una celebración. Y lo mejor, ¡la hiciste vos misma! Así que, no solo vas a impresionar a tus amigos y familia, sino que también te vas a sentir súper bien con vos misma. A veces, lo simple se vuelve extraordinario. Esta torta es un ejemplo perfecto de ello. Esperamos que disfrutes cada bocado y que sea parte de tus momentos especiales.

Comentar