Receta de Lamington Australiano: Dulce y Esponjoso

Si alguna vez escuchaste hablar del lamington, es probable que te hiciera agua la boca. Este postre australiano, con su bizcocho de chocolate cubierto de coco rallado, es pura delicia. Pero no te preocupes, no hace falta que viajes a Australia para disfrutarlo, porque hoy te traigo una receta de lamington sencilla y deliciosa que podés hacer desde la comodidad de tu casa. Perfecto para esos días en los que querés sorprender a tus amigos o simplemente darte un gusto. Vamos a aprender juntos cómo prepararlo paso a paso.

¿Te pasó alguna vez que te sentiste un poco perdido en la cocina? Puede que una vez intentaste hacer un bizcocho y se te desmoronó. O quizás tuviste problemas para que el chocolate se derritiera como debería. No estás solo en esto. Muchas veces eso sucede, y la clave está en tener los ingredientes correctos y conocer algunos trucos. Al final de este artículo, no solo vas a saber cómo hacer unos lamingtons espectaculares, sino que también vas a tener algunos tips para que todo salga a la perfección.

Ingredientes para el Lamington

• 225 gramos de harina de trigo
• 150 gramos de azúcar
• 75 gramos de mantequilla, a temperatura ambiente
• 2 huevos
• 150 ml de leche
• 30 gramos de cacao en polvo
• 1 cucharadita de polvo de hornear
• 200 gramos de chocolate para cobertura
• 100 gramos de coco rallado

Los ingredientes son bastante accesibles, y podrías incluso tener muchos de ellos en casa. Si no tenés cacao en polvo, podés usar chocolate. En cuanto al coco rallado, ¿sabías que hay de dos tipos? Está el coco seco, que es el más común, y el coco fresco, que le da un toque extra a la receta. Si te animás, probá con el fresco. ¡La diferencia es increíble!

Preparando el bizcocho

Primero, precalentá el horno a 180°C. Mientras tanto, en un bol grande, batí la mantequilla con el azúcar hasta que quede bien cremosa. Agregá los huevos uno a uno, asegurándote de que estén bien integrados. Ahora es el momento de añadir la leche y el cacao en polvo. ¡No te olvides de mezclar bien!

En otro recipiente, cerní la harina y el polvo de hornear. Esto ayuda a que el bizcocho quede más esponjoso. Agregá la mezcla de harina a la preparación líquida, mezclando con cuidado hasta que esté todo integrado. No es necesario batir demasiado, solo hasta que no queden grumos.

Una vez que tengamos la mezcla lista, vertéla en un molde enmantecado y enharinado. Podés usar un molde cuadrado para que los cuadrados salgan perfectos después. Horneá por 30-35 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio. Dejalos enfriar completamente antes de cortarlos.

Corte y cobertura del lamington

Ahora, hablemos del corte. Para tener cuadrados perfectos, esperá a que el bizcocho esté bien frío. Un truco es usar un cuchillo bien afilado y si lo mojás un poco, va a ser mucho más fácil cortarlo. Corta el bizcocho en cuadros de aproximadamente 5 cm de lado.

Para la cobertura, derrití el chocolate a baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos. Sumergí cada cuadrado de bizcocho primero en el chocolate y después pasalo por el coco rallado. Asegurate de que queden bien cubiertos, pero no te preocupes si se derrama un poco de chocolate, ¡siempre es bienvenido!

Un toque musical para la preparación

Mientras preparás tus lamingtons, ¿por qué no poner un poco de música? Te recomiendo que pongas “Sweet Child O’ Mine” de Guns N’ Roses. No sé por qué, pero siempre que hago cosas dulces, esa canción me llena de buena vibra. Es una buena manera de darle un toque especial a la cocina.

Listo para disfrutar

Una vez que terminaste de cubrir tus lamingtons y los dejaste enfriar un rato, ya están listos para comer. Como consejo final, conviene guardarlos en un recipiente hermético para que se mantengan frescos por más tiempo. Sirvelos como postre o en una merienda con amigos, ¡les van a encantar!

Ahí lo tenés, la receta de lamington, un postre australiano que seguro va a hacer que a todos les caiga bien. No dudes en experimentar con la receta, tal vez le quieras agregar un poco de fruta o incluso un toque de mermelada en el medio. La cocina es un arte, así que dejá volar tu imaginación y disfrutá del proceso.