Receta de Black Forest Mousse Cake Alemán: Ligero y Cremoso
Si alguna vez te has encontrado buscando un postre que deje a todos con la boca abierta, ¡esta receta de black forest mousse cake es para vos! Este postre alemán es una delicia que combina la suavidad del mousse con el intenso sabor del chocolate y la frescura de las cerezas. Perfecto para esos días especiales o simplemente para disfrutarlo en casa un domingo de lluvia.
En esta receta, no solo vamos a hacer un pastel que luzca espectacular, sino que también será ligero y cremoso. Así que, preparate para mancharte las manos y convertir tu cocina en un verdaderamente delicioso laboratorio. Lo mejor de todo es que al final de este artículo, no solo vas a tener el paso a paso para hacer esta torta de mousse, sino también unos tips para que te salga perfecta.
Ingredientes que vas a necesitar
- Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 120 g de azúcar
- 120 g de harina
- 30 g de cacao en polvo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- Una pizca de sal
- Para la mousse:
- 200 g de chocolate negro
- 300 ml de crema de leche
- 3 yemas de huevo
- 50 g de azúcar
- 1 hoja de gelatina
- Unas cerezas para decorar (podés usar frescas o en conserva)
Es importante elegir un chocolate de buena calidad para la mousse. Cuanto mejor sea el chocolate, más rico será el sabor final. Podés conseguir chocolate colombiano o el de alguna buena marca local, como el de Mendoza, que nunca defrauda. Las cerezas, si son frescas, darán un toque espectacular, pero también te sirve usar las enlatadas si tenés prisa.
Preparación del bizcocho
Ahora que tenemos todos los ingredientes listos, vamos a empezar con el bizcocho. Primero, precalentá el horno a 180 grados. Mientras se calienta, batí los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté bien espumosa y blanquecina. Este paso es clave para que el bizcocho quede liviano.
Luego, tamizá la harina, el cacao, el polvo de hornear y la pizca de sal. ¡No te olvides de hacerlo! Así evitás grumos en la mezcla. Integra esos ingredientes secos en la mezcla de huevos con mucho cuidado para que no se baje. Lo mejor es usar una espátula y hacer movimientos envolventes.
Cuando ya tengas la mezcla lista, volca todo en un molde enmantecado y enharinado, y llévala al horno durante unos 20 minutos. Proba a pinchar con un palillo y si sale seco, ya está listo. Dejá que se enfríe y desmoldá.
Preparación de la mousse
Ahora viene la parte deliciosa. Para la mousse, primero tenés que derretir el chocolate a baño maría o en el microondas (de a pocos segundos para que no se queme). Mientras tanto, hidratá la gelatina en agua fría.
En otro bol, batí la crema de leche hasta que esté bien firme. Es fundamental no batirla de más, porque si no se convierte en mantequilla. Aparte, bate las yemas con el azúcar hasta que tome un color amarillo pálido. Luego, agregá el chocolate derretido (dejalo enfriar un poco antes de mezclar) y la gelatina previamente hidratada y escurrida. Mezclá todo con suavidad.
Finalmente, sumá la crema batida. ¡Este es el truco! Incorporá la crema en tres partes, usando movimientos suaves de abajo hacia arriba. Esto hará que tu mousse quede bien aireada y ligera.
Montaje del pastel
Ahora que tenés el bizcocho enfriado y la mousse lista, es momento de armar todo. Cortá el bizcocho en dos capas. Podés humedecer cada capa con un poco de jarabe de cereza o simplemente agua con azúcar y unas gotas de licor si tenés a mano.
Colocá una capa de bizcocho en la base de tu molde, luego agregá una parte de la mousse y, opcionalmente, algunas cerezas. Repetí el proceso con la segunda capa y cubrí con el resto de la mousse. Llevalo a la heladera, preferentemente de un día para otro, para que tome consistencia. Antes de servir, podés decorarlo con más cerezas y un poco de chocolate rallado por encima. ¡Espectacular!
El toque final
Así que ahí lo tenés, un black forest mousse cake impresionante, ligero y cremoso, que va a dejar a todos sorprendidos. Si querés animar el proceso un poco, poné una canción divertida de fondo, como “Dancing Queen” de ABBA. Vas a ver que combina perfecto con el buen humor que trae hacer un postre.
Cuando lo sirvas, disfrutá de cada bocado y ¡no olvides contarme qué te pareció! Ya sea que lo hagas para un cumpleaños en Buenos Aires, una merienda en Rosario o un almuerzo en Córdoba, esta torta se va a convertir en tu nueva favorita.
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